México ha logrado un resurgimiento del vino. Desde los tiempos de la Conquista se instalaron viñedos en diferentes regiones del país, pero en los últimos 15 años el crecimiento ha sido tan grande que nos permite degustar vinos de una gran cantidad de bodegas y de gran calidad.
México es un país con muchas riquezas, tanto culturales, étnicas, gastronómicas y ahora también vinícolas. Para hablar de esta última hay que destacar que en el país se elaboran vinos en al menos 12 estados, algunos más desarrollados que otros, o bien con mucho potencial.
La región de la cual hablaremos en esta ocasión es una de las más conocidas y está ubicada en Baja California.
Aquí podemos encontrar varios valles dedicados al cultivo de la vid, en los que la elaboración de vinos ya es toda una tradición. Muchas bodegas han apostado por esta región por su clima y localización geográfica que les permite a los bodegueros lograr una excelente producción de uva y a nosotros degustar una infinidad de vinos, muy distintos unos de otros, algunos elaborados con una sola variedad de uvas y otros creando blends muy interesantes. En cada botella se siente la pasión y la personalidad que le imprimen sus enólogos.
El Valle de Guadalupe es el más reconocido de todos, pero también encontramos los Valles de San Vicente, San Antonio de las Minas, Santo Tomás y Ojos Negros. Todos muy cerca del mar, lo cual les otorga un clima perfecto para el cultivo de la vid ya que las brisas marinas les imprimen una excelente amplitud térmica en verano (días cálidos y noches frescas) ideal para una adecuada maduración de la uva.
El suelo es perfecto para la vid, ya que con sus distintos componentes permite un buen escurrimiento del agua y las raíces absorben poca humedad, lo que conlleva a que las plantas produzcan frutos pequeños con mucha concentración de aromas y sabores.
Estas características permiten que se puedan implantar un gran número de variedades viníferas, por mencionar algunas como Cabernet Sauvignon, Merlot, Grenache, Nebbiolo (tintas) y Chardonnay, Sauvignon blanc y Chenin blanc (blancas).
Los vinos de esta región suelen ser elegantes, intensos, con mucho cuerpo y gran complejidad. Van algunas recomendaciones:
Colina Norte, Bodega Viñas de Garza
Vino tinto blend elaborado con Tempranillo, Cariñena y Grenache. Aromas a frutos rojos maduros, notas amaderadas y especiadas. En boca es sofisticado, de gran calidad y buena estructura.
Cru Garaje Grenache, Vinícola Torres Alegre y Familia
Vino tinto elaborado con 100% uvas Grenache. Aromas a frutos rojos, especias y vainilla, en boca es aterciopelado, redondo y con buena complejidad
Gabriel, Bodega Adobe Guadalupe
Vino tinto blend elaborado con Cabernet Sauvignon, Merlot y Malbec. Aromas a frutos rojos silvestres, caramelo y chocolate amargo, en boca es potente y complejo
Mariatinto, Bodega Maria Tinto
Vino tinto blend elaborado con Tempranillo, Syrah, Grenache, Carignan, Petit Syrah y Cabernet Sauvignon. Aromas a frutos rojos y madera, en boca es elegante y maduro.
Capricornius, Vinícola El Cielo
Vino blanco elaborado con uvas Chardonnay. Aromas a frutas tropicales, flores y mantequilla, en boca es intenso y sedoso.