El primer ministro iraquí, Haider al Abadi, anunció este sábado la victoria frente al Estado Islámico (EI), tres año y medio después de que el grupo terrorista llegara al país y se apropiara de un tercio del territorio.
"Nuestro enemigo (...) quería matar nuestra civilización pero hemos ganado gracias a nuestra unidad y determinación. Los hemos derrotado en poco tiempo", dijo Haider al Abadi durante la apertura de una conferencia organizada por el sindicato iraquí de periodistas en Bagdad.
En 2014, el EI se apoderó de un tercio del país en una ofensiva relámpago, controlando casi la totalidad de las regiones sunitas del oeste, el centro y el norte del país.
Papa Francisco en la mira de Estado Islámico
Tras tomar el control de un territorio equivalente en superficie a Italia, el EI proclamó un "califato" con dos capitales, Mosul en Irak y Raqa en Siria. Con la toma de los territorios y la proclamación del califato, el Estado Islámico imponía una estricta interpretación de la ley islámica.
La derrota militar del EI en Irak, que fue posible gracias al apoyo crucial de la coalición internacional dirigida por Estados Unidos, marca un giro en la lucha, iniciada hace tres años, contra esta organización yihadista.
Desde hace más de un año, el Estado Islámico ha enfrentado múltiples ofensivas. Hace unos meses, también perdió la mayor parte del territorio conquistado en la vecina Siria, y su "califato" autoproclamado en 2014.
"Nuestras fuerzas controlan completamente la frontera iraquí-siria y por lo tanto anuncio el final de la guerra contra Dáesh", acrónimo en árabe del EI, dijo Haider al Abadi.
El Estado Islámico aún puede derramar sangre
Aunque el gobierno iraquí anunció el fin de la guerra contra el Estado Islámico en su territorio, algunos expertos aseguran que el grupo terrorista mantiene la capacidad de actuar y de derramar sangre desde la clandestinidad, perpetrando atentando mortíferos.
Además, para erradicar totalmente al EI, el ejército iraquí anunció su intención de limpiar, en una fecha no precisada, Wadi Hauran, el valle más largo de Irak, que se extiende desde la frontera saudita hasta el Éufrates, y se prolonga hasta los límites sirio-jordanos.
El EI sigue presente en esta zona de relieve accidentado, con desfiladeros de hasta 200 metros de profundidad, donde tiene escondites y almacena armas.
Con información de AFP.